24 mayo 2007

Vacaciones en Palolem Beach

He llegado a este lugar y ahora me encuentro en equilibrio. No se muy bien como explicarlo... pero dejadme que empiece por el principio.

Estoy en Goa, centro-este de India. Un estado chiquitito, pero muy particular. Antiguo enclave portugues hasta los anhos 50, cuando el ejercito indio lo tomo por la fuerza. Testimonios de su pasado se encuentran por todos los sitios: iglesias catolicas, casitas y edificios coloniales, letreros de negocios con "Fernandes", "Rodrigues" y otros nombres escritos en portugues.

Mi primer destino fue Margao, en el sur de Goa. En realidad era solo una escala para llegar a las playas, que son el mayor atractivo para los visitantes, pero despues de llegar a las 7 de la tarde desde Hampi tenia que comprar los billetes de tren de mis proximos viajes. Y la cosa se complico. Estuve practicamente 1 hora intentandolo con distintas alternativas pero los trenes estan muy llenos estos dias (los ninhos no tienen clase y las familias salen de vacaciones) asi que la unica opcion que me quedaba era volver al dia siguiente temprano sobre las 7 para conseguir un billete que me faltaba. A costa de sacrificar mi primera noche en la playa, todo hay que decirlo.

Pase la noche en Margao y finalmente cante victoria cuando consegui mi billete: hurra!! Como aun era temprano pense que podia dedicarle un par de horas o tres a esta ciudad que pasa tan desapercibida en las guias de viaje. Apenas se menciona una iglesia colonial que decidi visitar dando un largo paseo. Y me quede sorprendido. Margao se demostro un lugar encantador, con tantisimas villas coloniales muy dignas de ser contempladas y con alguna plaza preciosa. Me encanto el paseo, y es que cuanto menos te esperas algo mas predispuesto estas para la sorpresa.

A la una tome el autobus para Palolem Beach y a las dos y cuarto ya estaba en la playa. Me encanto a primera vista. Tenia varios kilometros de largo y sobre la misma arena en sus limites crecian las palmeras en una frondosa franja. Estaba delante de una postal tropical. Consegui una cabanha en la misma playa muy barata (que bueno es estar en temporada baja...) y en cuanto deje mis cosas me fui a nadar. Uff.....

El agua por cierto, sin estar sucia, es de color oscuro al mezclarse con la arena, pero estaba estupenda igual. Las olitas... perfectas. Lo suficientemente vivas para hacerlo divertido sin ser peligrosas en absoluto.

El ambiente de esta playa en temporada baja era perfecto para mi: poquita gente pero adecuada, bares y restaurantes baratos a pie de playa, alguno hasta abierto 24 horas por si algun dia te daba por la fiesta. Pero yo estaba alli de vacaciones, haciendo un pequenho parentesis de 4 dias para relajarme y tomar fuerzas para continuar mi recorrido por el norte.

Esa tarde me fui al "Cafe del Mar", un sucedaneo bastante aceptable de aquel que tenemos en Ibiza. Me pedi una cervecilla, y escuchando un poquito de esa musica chill-out, con las maravillosas vistas... empece a flotar. El unico huequito que me faltaba por rellenar es el que tengo reservado para Kelly, pero de alguna manera en ese momento ella estaba alli conmigo, o al menos yo lo sentia asi. Era... casi perfecto. Un momento de equilibrio total en el que justo empece a escribir este articulo.

Lo abandone temporalmente cuando alguien me interrumpio improvisadamente: "You can concentrate and write with this music?" Era Ash, frances de Paris pero residente en Shanghai, de vacaciones por alli. Iniciamos una conversacion en la que le explique, como hago ahora con vosotros, porque era capaz de escribir en aquel momento.

En mi segundo dia conoci a mas personas interesantes que mejoraban todavia mas mis sensaciones en la playa: Andrew y John, dos canadienses majisimos; Erica e Ida, barcelonesa y lisboeta viajando juntas por India; Julio y Manuel, madrilenhos en India por negocios; y Shane, canadiense y una persona que me impacto muchisimo, con un monton de historias y experiencias que contar.

Viajar te regala sensaciones que de ninguna otra manera puedes vivir: descubrir lugares nuevos y diferentes, probar sabores desconocidos, experimentar la cultura propia de los pueblos... y la guinda de todo el pastel son las personas, ya sean locales u otros viajeros. En los dias sucesivos algunos se fueron marchando y otros llegaron, como Clermont y Emilian, de Paris; Marissa, medio inglesa medio tailandesa; y Neil, tambien ingles, en su decimo mes de vuelta al mundo. De todos ellos guardo recuerdos estupendos, aunque hayamos compartido tan poco tiempo, parece que fueran meses.

El ultimo dia fuimos paseando hasta un lugar pasada la playa desde donde hay bonitas puestas de sol, y despues quedamos para cenar antes de despedirnos. Aunque aquella noche terminamos dandonos un buen banho a medianoche. El bueno de Shane se sacrifico vigilando nuestras pertenencias en el restaurante (o debo decir chiringuito?).

Mis momentos en la playa mejoraron hora a hora hasta que finalmente tuve que marcharme. Mis "vacaciones" en Palolem Beach llegaron a su fin, aunque puedo decir que ademas de servirme para descansar y relajarme, han anhadido mas valor a mi experiencia viajera y han acrecentado mis ganas de continuar viajando. Es mas de lo que hubiera imaginado.

Las fotos:











































19 mayo 2007

Saludos desde Ahmadabad

Hola gente,

aqui me teneis, de camino hacia el norte en la ciudad que eligio Gandhi para crear uno de sus bonitos proyectos. Manhana llegare a Rajasthan, Udaipur para ser exactos.

Aprovecho para comentaros que el articulo anterior "La ruta de los templos" fue publicado por error, no estaba terminado. Ahora finalmente lo podeis leer integro. Aquellos que leyeron el anterior pueden completar la informacion leyendo los parrafos en rojo, que son la nueva informacion. Las fotos, todas nuevas. Tambien podeis publicar vuestros comentarios.

El suenho continua... os dejo que tengo que ir a coger un tren. En sleeper class, por supuesto.

Un abrazo y besos para todos!

La ruta de los templos (Ampliado y con fotos)

Algunos de los templos mas famosos e historicamente mas importantes del hinduismo se encuentran en el sur de India, asi que despues de disfrutar de la naturaleza en Periyar y Munnar me dirigi a Madurai para comenzar mi ruta de los templos particular.



MADURAI

Cuando llegue a la ciudad ya era de noche. Todavia tenia en mi mente las imagenes de la naturaleza de Top Station, llenas de paz y tranquilidad, cuando derrepente me encontre en el medio
del caos de una gran ciudad india. Fue como estar en el cielo y caer de sopeton en el infierno. Era ya tarde y por eso esta vez si que me costo encontrar un sitio donde dormir, aunque no me dejo muy satisfecho a decir verdad. A la manhana siguiente como de costumbre me levante temprano y en seguida sali para conocer la joya de la ciudad: el templo Minakshi.



Al llegar a la entrada principal y descubrir su torre (o gopuram) me quede asombrado. Tenia una estructura piramidal, unos ocho o nueve niveles y estaba ricamente decorada con estatuas de dioses y otros simbolos y motivos hindues. Era preciosa. Ademas todo estaba pintado con colores dandole un aspecto muy vivo. Mas tarde descubri que cada doce anhos las torres (hay varias) vienen repintadas por completo. Antes de entrar en el templo tuve que comprar un "lungui", una especie de pareo tipico que llevan los hombres, pues no esta permitida la entrada con pantalon corto. En ese momento se me acerco un hombre que se presento
como un sastre. Queria que visitara su tienda, pero le dije que no iba a comprar nada. A pesar de ello no insistio y fue muy amable llevandome a un lugar cercano desde donde habia una vista del templo fantastica. Asi es India!



Poco despues entre en el templo. Es realmente grande, por eso hacen falta varias horas para disfrutarlo
como se merece. No solo me vi sorprendido por el sastre, sino que al poco de estar alli me encontre con un grupo de policias, amables como siempre. Lo increible del asunto es que uno de ellos se ofrecio a ser mi guia y la verdad es que estuvo genial. Era el inspector jefe de policia en el templo. Al final me dejo sus datos y numero de telefono y me dijo que si necesitaba algo no dudara en llamarle. No penseis que tuve que pagarle nada!! (... o sera mi sex-appeal?) Ademas de la belleza monumental del templo, fue fantastico poder apreciar el movimento que tiene, pues es un templo muy activo donde mucha gente va a hacer sus oraciones y a dejar sus ofrendas a los dioses. En el templo Minakshi me reecontre con mis amigos los elefantes. En muchos templos hindues hay al menos un elefante que se dedica a recoger los donativos y a bendecir a los donantes. Es muy curioso. Es capaz de recoger con su trompa las monedas o billetes, y acto seguido y muy suavemente toca con la punta de la trompa en la cabeza del alma caritativa.



En el templo conoci tambien a Pelle, un
chico danes que viajaba solo como yo, asi que pasamos el resto del dia juntos por la ciudad. Al dia siguiente por la manaha sali decidido a conocer otro de los atractivos de Madurai: el Museo Gandhi. Casi siempre voy caminando o en autobus publico a todos los sitios, pero de vez en cuando me doy un pequenho capricho: tome un ciclorickshaw. El anciano empujaba los pedales como un condenado, y la verdad es que yo tambien empujaba con mi mente cuando veia que llegaba alguna pendiente. Llegamos al museo y... que estaba pasando? Habia varios camiones, mucha gente alrededor y alguna grua. Maldicion! El museo estaba cerrado. El motivo? Los largos tentaculos de Bollywood se habian alargado hasta Madurai para rodar una pelicula. Precisamente ese mi dia de visita! Bueno... no hay mal que por bien no venga. Me sente en un parque viendo como bailaban unos ninhos dirigidos por una maestra, mas tarde descubri que se trataba de un campamento de verano. En un momento dado se me acerco un hombre y comenzo a hablarme. Resulto muy agradable, como casi siempre, y me pregunto si queria conocer a los actores de la pelicula: "Por que no?" Me deje guiar por el hasta que llegamos al porche de una casita baja anexa al museo donde seis o siete hombres charlaban sentados en sillas dispuestas en circulo. Ahi mismo me presente y cambiamos alguna palabra. Imagino que seria una escena simpatica, el extranjero que saluda a los actores "famosos" de Bollywood. Finalmente claro esta... nos tomamos alguna foto y nos despedimos. Como veis, casi siempre surge alguna alternativa cuando algo no sale como esperamos. Aunque en esta ocasion no hizo falta, basta sentarse en un banco, relajarse, abrir bien los ojos, escuchar atentamente, pensar un poco (o mucho)... y generalmente la alternativa aparece como por arte de magia. Finalmente por la tarde, y con otra sonrisa en mis labios parti hacia mi siguiente destino: Rameswaram.



RAMESWARAM

El caos de
Madurai me tenia aturdido. Pero llegar a Rameswaram fue una bendicion y volver un poco a la tranquilidad de dias pasados. Es un pueblo pequenho, pero relativamente importante para el peregrinaje hindu. Se supone que los peregrinos que ya han visitado Varanasi tienen que hacer lo propio con Rameswaram, donde las aguas de sus pozos son equiparables (simbolicamente claro esta) a las del Ganges. Poco trafico en el centro, todas las cositas a mano, gente estupenda y mar: genial. Ademas, los alrededores son espectaculares. Si mirais en el mapa descubrireis que Rameswaram es en realidad una isla conectada al continente a traves de un gran puente (Gandhi bridge) y muy cerquita a Sri Lanka. En teoria hasta podria encontrar alguna playa de agua transparente.



Cuando todavia estaba a la caza de alojamiento un
indio se me acerco y me ofrecio uno barato. Despues de caminar unos 15 minutos y de verlo, me decidi regresar junto al templo para poder tener algo mas cercano y mejor, pues no es un lugar caro de todos modos. Lo curioso del asunto es que este indio y un amigo suyo me acompanharon de nuevo junto al templo y me llevaron la mochila en su bicicleta para facilitarme las cosas: sin comentarios. Les prometi volver a aquel sitio para tomar con ellos un chai en senhal de agradecimiento.



El templo de Rameswaram sin ser tan grande
como el de Madurai tiene un tamanho muy respetable. Larguisimos pasillos y dos grandes gopurams. Lo mas bonito del templo, y algo por lo que la gente viene en peregrinacion, son los 22 pozos de agua que hay en su interior. Los peregrinos que llegan deben tomar 22 banhos y beber 22 veces de sus aguas, una en cada pozo. Normalmente son acompanhados durante el recorrido por un operario del templo que saca rapidamente el agua del pozo en un cubo, la vierte sobre sus cabezas y un poquito sobre sus manos para beber, y de ahi rapidamente al pozo sucesivo. Asi hasta completar los 22 banhos. La gente tambien llega al templo con botellas vacias para poder llevarse a casa el agua sagrada. Mientras contemplaba y tomaba alguna foto del ritual un operario me invito a participar. Y encantado de la vida me tome un banho justamente en el pozo 22, el ultimo e imagino que el mas importante. Tambien tuve que beber un poquito del agua dios me perdone...

El dia siguiente decidi alquilar una bicicleta para conocer los alrededores, donde se encontraba otro templo interesante por sus vistas, y sobre todo alguna playa bonita. Pero equivocadamente por la manhana termine en un lugar distinto al que me dirigia. Como siempre fui preguntando cada poco tiempo, pero en lugar de ir a las cercanias del Adams Bridge termine en el Gandhi Bridge que esta en la otra punta de la isla. Que rabia!! Baje de mi bicicleta, me acerque a las orillas del mar... y me di cuenta de que el agua era completamente cristalina. Ademas estaba solito alli. La equivocacion termino siendo un acierto, como a veces sucede, y alli me quede nadando y disfrutando del momento un par de horas. Eran aguas poco profundas, y lo mas bonito fue cuando me acerque nadando a la barquita de un pescador que estaba en las cercanias, y este me invito a subir. Lastima que no llevara la camara de fotos!! Me mostro los calamares que habia pescado, alguno grandisimo, y fue encantador. Era ya anciano, pero seguia pescando cada manhana al parecer. Finalmente en la barquita me acerco de nuevo a la orilla. Fue estupendo.

Por la tarde me dirigi al otro templo, el de las vistas, con mi bicicleta. Y vaya susto que me di... mientras pedaleaba tranquilamente se me resbalo una chancleta con tan mala suerte que me golpee el dedo gordo del pie bastante fuerte y me hice danho. Despues de disfrutar de las vistas regrese al pueblo y decidi que me viera el dedo un medico, pero todo estaba en orden y solo fue una fuerte contusion (me hizo hasta una radiografia!) y un buen susto. En conmemoracion de mi dedo gordo del pie, decidi hacer una noche mas en Rameswaram, la verdad es que lo estaba deseando.

En mi ultimo dia en Rameswaram (el dia conmemorativo de mi dedo gordo del pie) decidi visitar una atraccion muy especial de la isla: el pueblo fantasma de Dhanuskodi. Dhanuskodi fue hace no mucho tiempo una emergente y prospera ciudad, mas todavia que Rameswaram. Pero un ciclon en 1964 destruyo por completo la ciudad matando a mucha gente. Los que quedaron se mudaron a Rameswaram, y desde entonces es la ciudad de referencia. Para llegar tuve que tomar un autobus hasta un pueblo de pescadores, y desde alli pagar caro por un 4x4 o esperar a que se llenara uno de los camiones que llevan a grupos de turistas, sobre todo indios, hasta el pueblo fantasma que se encuentra a unos 7 kilometros. Esta claro que tome el camion! La carretera no existe y es complicado porque solo hay arena. Pero... merecio la pena. Habia iglesias, oficina de correos y escuelas, todas medio enterradas por una blanquisima arena, y rodeadas de un mar turquesa como nunca antes habia visto. Fue fantastico.

Me gusto mucho Rameswaram, aunque despues de tres dias habia llegado la hora de partir, esta vez para Trichy, y de nuevo en otro de esos maravillosos y divertidos autobuses indios.

Y ahora como siempre, os dejo con las fotos:


MADURAI



















































RAMESWARAM